Los días en los que transcurrio el partido eran por demás emotivos. Era fin de año y sumado a ello el almanaque lectivo indicaba que se terminaban las clases, culminaba la aventura escolar para el grupo de niños generación 93 de la escuela cooperativa malvin norte. El campeonato uruguayo habia culminado el fin de semana anterior y habia dicho que el nuevo campeón uruguayo, luego de siete años de agonia, era el club atletico peñarol. Los hinchas del club etabamos por demás contentos ya que para mucho de nosotros era la primera vez que disfrutabamos a nuestro cuadro campeón. La mañana indicaba que era el ultimo partido que jugariamos con las tunicas, luego de este jamás volveriamos a jugar al fútbol en los recreos ecolares pues no habrían nunca más recreos escolares. Los equipos se armaron fácil, se jugo un "mini clásico", hinchas de Peñarol de un lado, hinchas de Nacional del otro. Cuenta la historia que el mejor exponente que podía presentar el conjunto de los carboneros no etaba apto para jugar. Maurito, hoy por hoy el dr. amor, días atrás había recibido un pelotazo en el ojo que había lesionado su retina, el parche gigante que lucia en su ojo indicaba que el reposo era obligatorio. Claudicó en jugar pero no en observar el juego, se dirijió hacia mi, su amigo desde los dos años "dejame la revista que te la cuido". La revista era la ultima edición de "la república sport" que titulaba simplemente "peñarol campeón. La imagen que lucía en la portada era la del "sheriff" Dorta, goleador improvisado, festejando alocadamente el gol de titulo, de su espalda colgaba el goleador del torneo. El partido transcurria trabado hasta que sucedió. Por la mitad del campo de juego el cami (quien escribe), quien nunca se caracterizo por marcar goles espectaculares (de hecho nunca pateaba al arco), recibio la pelota y sin otro tramite golpeo el balon el cual se dirijió directamente hacía la porteria contraria haciendo esteril el esfuerzo del golero, el santi lavandera por más que intento evitarlo tuvo que dirijirse al fondo de la red para buscar el balón. Posterior al gol se produjo un fetejo alocado, recuerdo correr emocionado toda la cancha para fundirme en un abrazo con el amigo que no había podido jugar. Golazo, golazo, golazo era el grito de los compañeros de equipo que se encontraban amontonados formando una torre sober mi. El partido termino tres a cero, un posterior gol de amuz (ex basañez) y de alguien más que no recuerdo sellaron la victoria. Por más que el partido lo merecía ampliamente, el festejo del gol no fue tapa de ningún semanario deportivo.
13 de Julio.
viernes, 28 de septiembre de 2007
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