Confieso

Lo confieso fuí adicto al Family y quizas aún lo sea.
Llegue a estar 18 frente a un monitor intentando "dar vuelta" los picapiedras y no lo logré. Si lo hice, dí vuelta y reiteradaas veces el super Mario 3 y "la goal". Aunque confieso que con estos juegos utilice la trampita... aprete select + B para usar la flautita y puse el pasword AZAZAZA para jugar la final del mundial con Rusia.
Lo confieso ví Cebollitas y lo volvería a ver. Todavía me perturba que no lo pusieran a Gamuza (EL PIBE LA ROMPIA!!), y no entiendo por que asesinaron vilmente al gran don Roque.
Admito que llore cuando a ALF le regalaron los dados de peluche para que colgara en la nave que lo retornaria a Melmac. Confieso que fue hace poco que me emociono con esa escena. De la misma manera me emociono con finales de comedias que nunca ví hasta llegado el capítulo final. Confieso que le robe un sacapuntas a la gorda Paola en la escuela y peor aún, fuí yo el que le comio el ricardito a Flavia cuando estabamos en salita de cuatro. Confieso que una vez raye un auto con unmarcador permanente.
Lo confieso; de chico me gustaba Pierina Ferrari, lo admito, utilice artilugicos maquiavelicos para que gustara de mi (gordito y feo), y no de mis dos amigos.
También admito que tuve un par de novias que mucho no me gustaban pero me querían. Admito que soy un perdedor en el amor; cuando conozco a una chica ya la imagino colgando la bombachita en la ducha y dejando el cepillo de dientes en el baño de casa. Logicamente por eso me dejan. Una vez un amigo me dijo "el problema es que nos enamoramos, teníá razón. De todas maneras admito que todavía brindo "por el sentimiento del amor". Debo confesar, las cosas más pateticas las hice intentando enamorar a chicas que jamás me dieron bola. Confieso a modo de ejemplo, que una vez intentando impresionar a una chica que no me dio bolilla, haber leido el arte de amar de Erich Fromm pensando que era un libro onda Cohelo.
Confieso que tuve una Playboy.... ahh, la edición española de agosto del 92 con una rusa parecida a la schifer en bolas en la tapa... como olvidarla. Me la compré en Retiro y fingí la voz al hacerlo (tenía 14 años y precisaba 4 más). Si bien tenía menos tetas en tarlipes que un convento me costó bastante desprenderme de ella.
lo confieso; utilice un trensito para salvar el exámen de derecho con el profe Mangano. También confieso haber salvado una profundización habiendo entregado un trabajo del cual lo unico que hice fue poner el nombre y corregir las faltas (por lo menos tenía la autorización de mi compañera).
Lo confieso; no estaba "tan borracho"... era consciente cuando me aprete a la gordita de galapagos. Precisaba sumar para retirarme primero en la tabla por los puntos (así cualquiera llega a 9 me dijeron!).
No sé como se escribe Fucsia, Fuxia?, fuccia???.
No soy una máquina sexual, es más una vez no se me paro por dos veces seguidas.
El carnaval me embola y nunca tome espinillar (no soy 100 por cien uruguayo).También confieso que mi amor a Basañez se incrementa cuando pierde Peñarol, soy pastelero!
Confieso que escuchaba Michael Jackson y practicaba los pasos de caminante lunar en la soledad de mi cuarto
Confieso que de verdad creía que los pegotines que traían los chicles tenían droga. Confieso que de chico me causaban terror las macumbas, si veía una no podía dormir. Todavía me asusto un poquito cuando veo una. Confieso que no soy una persona militante. Vendí mi alma al diablo, confieso que no gasto solo cien pesos en celular. De la misma manera admito que si pudiera sería un gran consumista. Confieso que el mejor 1° de Mayo lo pase en Punta del Este frente a una estufa con una novia que estaba barbara, bien lejos de la plaza donde estaban chupando frio todos los buenos militantes. Confieso que vi alguna vez "bailando por un Sueño", y que cuando he visto Omar Gutierrez no era por que "justo cambiaba de canal". Confieso que mucho (casi todo) de lo que conoce la gente de mi es una gran farsa. Realmente soy un tipo jodido, bastante difícil de llevar, muy pesado cuando quiere y más pesado aún cuando no se da cuenta, pero aunque lucho con eso igual me quiero (mucho).